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Review – Senua’s Saga: Hellblade II
En medio de la crisis
Los tiempos son turbulentos y sumamente complicados. Sobre todo en las filas de Xbox, desde hace ya una buena cantidad de tiempo es claro que las cosas no andan bien y que ahora, más que nunca, queda en evidencia que la dura apuesta por el modelo de Game Pass simplemente no está siendo lo que se esperaba. Si a todo esto le sumamos la gigantesca cantidad de estudios de diferentes tipos que la marca compró en los últimos años y que siguen sin entregar ese flujo constante de grandes juegos que se prometió, tienes como resultado una tormenta que no parece se vaya a calmar pronto. Por supuesto, los menos culpables de todo este asunto son los desarrolladores bajo el manto de Microsoft, entre los cuales se encuentra Ninja Theory. Tras el gigantesco fracaso que representó su apuesta multiplayer llamada Bleeding Edge, los británicos regresan con una muy pedida entrega de su IP estrella que tiene como principal misión hacernos olvidar aunque sea un poco todos los problemas en los que se encuentra su empresa matriz.
El proceso de desarrollo de Senua’s Saga: Hellblade II ha sido largo y claramente nada sencillo. En más de un momento se habló de que el proyecto no iba bien y que incluso, se estaba considerando echarlo para atrás. Sin embargo, en un muy destacado esfuerzo por parte de Ninja Theory, el título ha conseguido salir adelante para darle continuidad a la muy interesante apuesta de su antecesor, esto claro, bajo ambiciones no tan amplias como las que se esperaban desde que el juego fue anunciado hace ya algunos años. La muy amplia espera por regresar a tierras nórdicas ha valido completamente la pena, pues a pesar de que estamos ante una experiencia que se arriesga poco y en realidad parte de todo lo ya construido por el querido Hellblade: Senua’s Sacrifice de 2017, sí asombra con ciertas mejoras y con un verdaderamente destacado apartado audiovisual que indudablemente lo hacen sentir como una experiencia digna de la actual generación de consolas.
Los demonios de Senua
Podríamos decir sin temor a equivocarnos que el principal atractivo de Hellblade: Senua’s Sacrifice es la manera en la que presentó su propia historia y cómo fue que llevó la narrativa. Su relato podría parecer sencillo al inicio, sin embargo, el verdadero valor está en su ejecución. La forma en la que Ninja Theory mezcló elementos de dark fantasy, mitología nórdica, y fundamentos muy reales de la psicología humana enfocados en los padecimientos mentales, fue simplemente brillante. Justo como se esperaba, Senua’s Saga: Hellblade II toma todos estos puntos y los amplifica en un cuento memorable gracias a hechos interesantes y a una protagonista muy bien lograda que desde el primer minuto te recuerda por qué es tan especial toda su historia.
Antes que anda quitemos de la mesa la pregunta de: “¿Tengo que haber jugado Hellblade: Senua’s Sacrifice para entrar al nuevo?” La respuesta es que no, pero te recomendaría ampliamente sí hacerlo, pues a pesar de que Senua’s Saga: Hellblade II es un juego que en realidad funciona por sí solo y que incluso cuenta con una recapitulación de los hechos de su antecesor, estamos ante una secuela en toda la extensión del término que da continuidad a una historia que ya había comenzando.
Dicho lo anterior, te cuento que los hechos de Senua’s Saga: Hellblade II arrancan poco tiempo después de lo que vimos en el juego anterior. A pesar de que Senua ha superado a muchos de sus demonios internos luego de haber bajado al mismísimo infierno, su sed de venganza y justicia la llevan al norte del planeta, a la isla de Islandia para ser exactos, esto con la importante misión de acabar de una vez por todas con el grupo de vikingos esclavistas que dieron fin a su familia, hogar y claro, al amor de su vida. Tras una complicada llegada a estas tierras desoladas, nuestra protagonista se entera de que está en medio de un grave conflicto, pues los habitantes tienen problemas más grandes que bandidos robando gente.
Hace no mucho, un volcán hizo una fuerte erupción, generando que se abriera un portal entre Jötunheim, el mundo de los gigantes, y el reino de los hombres. La mala noticia es que algunos de estos seres lo atravesaron y resulta que son altamente hostiles. Sin más remedio, Senua se embarca en una oscura aventura para ayudar a los habitantes y de paso, cumplir con su misión original, esto claro, teniendo que lidiar con la fuerte psicosis que la aqueja y que sigue dictando en muy buena parte su personalidad y creencias.
La historia de Senua’s Saga: Hellblade II es verdaderamente maravillosa y justo como pasó con el juego anterior, todo se acentúa de mucho mejor forma por cómo es que es llevada la narrativa y la intensidad con la que se cuenta todo. La actuación protagónica de Melina Juergens nuevamente brilla intensamente, haciéndote sentir que su personaje es mucho más real y tangible de lo que ya era. Ninja Theory ha construido algo muy especial en cómo es que se cuentan historias a través de un medio interactivo como lo son los videojuegos, asunto que no es poca cosa hoy en día si tomas en cuenta lo que otros estudios están haciendo en dicha materia. No deja de impresionarme el punto al que ha llegado el medio en todo esto.
¿Qué hay sobre la polémica duración del juego? Pues bien, a pesar de que en efecto, la comunicación de Xbox volvió a fallar rotundamente, vendiéndonos la idea de que Senua’s Saga: Hellblade II sería un juego de tamaño considerable, la realidad es que justo como se aclaró hace poco, estamos ante algo muy similar al título que dio origen a esta ahora serie. Al menos en mi caso, me tomó alrededor de siete horas y media estar viendo los créditos rodar frente a mi, tiempo que dudo se pueda prolongar mucho más por la propia estructura del juego. La verdad es que sí se siente considerablemente corto, sobre todo por la forma tan abrupta y un tanto anticlimática por cómo es que todo termina. Sí me quedé con el sentimiento de “¿eso fue todo?”.
¿Y el gameplay?
La experiencia que representó Hellblade: Senua’s Sacrifice fue una bastante moderna y hasta vanguardista, siendo de estas propuestas altamente cinemáticas en la que el core gameplay como tal, pasa a segundo término. Por supuesto, este fue un punto bastante criticado de dicha entrega que ha sido defendido bajo el argumento de que el estudio desarrollador precisamente quería entregar un juego sencillo que más bien fuera una experiencia multisensorial. Al final, eso fue lo que marcó su personalidad. Para esta segunda entrega, Ninja Theory mantiene ese camino, refinando cosas como el combate y puzzles, pero tampoco yendo mucho más allá.
Comencemos con el tema del combate. En Senua’s Saga: Hellblade II se parte de lo que se había construido en su antecesor. Es decir, cuando es momento de enfrentarse a algo o alguien, la cámara toma una posición especial en tres cuartos para que tengamos una buena visión de la batalla. De nueva cuenta solo tenemos duelos de uno contra uno en los que podemos atacar con golpes fuertes y débiles, así como esquivar agresiones enemigos, o intentar hacer un parry con nuestra propia espada. La novedad acá es que al inicio de nuestra aventura, Senua obtiene un espejo que le permite cargar parte de su ira. Una vez que tenemos la carga y la ejecutamos con RT, el tiempo se vuelve lento, permitiendo que ejecutemos un combo devastador sobre el enemigo en cuestión.
La verdad es que las batallas de Senua’s Saga: Hellblade II se sienten muy bien. Los controles son precisos y cada golpe que damos o que recibimos, se siente visceral y muy pesado. Algo que logró Ninja Theory es que todo parezca una cinemática pre construida, algo así como en The Last of Us: Part II. Lo que te quiero decir es que por momentos parece que estás viendo algo corogreafíado por lo bien que luce todo, pero que en realidad tú estás en control de la acción. La variedad de enemigos es mucho más amplia que en el primer juego, pero creo que la falta de enfrentamientos contra jefes reales es algo que se resiente. Igualmente te diría que me habría gustado tener muchos más combates, pues es un sistema bastante bien logrado que creo que no se termina por explotar del todo.
Además de lo anterior, los puzzles ambientales regresan. Sumados a los retos de encontrar runas usando cierta perspectiva para poder progresar, el juego echa mano de problemas en los que tenemos que modificar el ambiente. Usando la concentración de Senua, podemos cambiar la posición de unas rocas de manera instantánea, algo así como los puzzles que vimos en Alan Wake 2. A pesar de ser problemas bien construidos y hasta impresionantes en lo gráfico por cómo cambiamos el escenario en tiempo real, la realidad es que su solución suele ser bastante simple. Al inicio esperaba que su diseño se fuera sofisticando conforme progresas en la historia, pero eso nunca pasó.
¿Eso es todo? Sí, al igual que en su precuela, en Senua’s Saga: Hellblade II pasarás mucho tiempo simplemente presionando el análogo izquierdo hacia adelante para que la protagonista avance, pues en efecto, la estructura del juego vuelve a ser una totalmente lineal. Hay un par de coleccionables un tanto interesantes en los que tenemos que buscar formaciones rocosas que parezcan rostros humanos para encontrar secretos, pero no mucho más. Por más que se nos presenta un juego con ideas sólidas a nivel de gameplay, sí me quedé con ese sentimiento un poco de vacío de que la cosa daba para mucho más.
Todo el poder de Unreal 5
Nos encontramos muy cerca de que la actual generación de consolas cumpla ya cuatro años y para muchos, la explotación real del potente hardware que tenemos, simplemente no se ha dado. En lo particular para nada estoy de acuerdo con lo anterior, pues experiencias que se ven de verdad de otra era, ya son bastantes. Dejando de lado lo anterior, uno de los puntos de venta más fuertes de Senua’s Saga: Hellblade II siempre fue su apartado técnico echando mano del Unreal Engine 5, asunto que según se dice, fue el causante de que el periodo de desarrollo se expandiera por tantos años.
Del lado de los números tenemos que en efecto, Senua’s Saga: Hellblade II está a 30 cuadros por segundo. Para este reseña usamos un Xbox Series X, en el cual, el juego se comportó de una gran forma. A pesar de las elaboradas escenas en tiempo real que llega a presentar, en ningún momento noté que el framerate se viniera abajo. El drama de que solo esté a 30 cuadros y no ofrezca un modo de 60, una vez está total y completamente injustificado por parte de la comunidad. El juego corre increíble. Ahora, el buen rendimiento viene a costa de algunos sacrificios. La resolución que se nos presenta es dinámica y sí llega a bajar de forma un tanto dramática. Sabiendo esto, Ninja Theory echó mano de algunos trucos como filtros granulados y cosas como desenfoques para disimular, así como el hecho de poner la imagen en el llamado letterboxing que agrega barras negras muy cinemáticas. Cero fan de esto último, pues hace que la experiencia se siente claustrofóbica por momentos.
A pesar del tema anterior de la resolución, la verdad es que Senua’s Saga: Hellblade II es una experiencia verdaderamente impresionante gráficamente gracias al Unreal Engine 5. Por momentos sí presenta imágenes que cuesta trabajo distinguir de la realidad, esto sin mencionar el espectacular trabajo de animación facial que se hizo con cada uno de los personajes que vemos en pantalla. No me quiero meter demasiado en lo técnico, pero pareciera como si la única manera de alcanzar esas gráficas en algo como una consola de actual generación, fuera solo posible sacrificando algo como la resolución, cosa que al final, te diría que pasa a segundo término precisamente por lo impresionante que es el juego en su apartado estético.
Hablando de impresionar, te cuento que una de las grandes estrellas de Senua’s Saga: Hellblade II justo como pasó con su antecesor, es su mezcla y edición de audio. Usando audio binaural, la gente de Ninja Theory nos presenta a la que ya te puedo ir diciendo, es la experiencia de sonido más destacada de este año y probablemente de la generación en la que nos encontramos. Es brutal lo que se logró en este apartado, haciéndote sentir que las voces que escucha la protagonista dentro de su mente, se encuentran directamente en tu propia cabeza. Es verdaderamente escalofriante y justo como te lo recomienda el juego en cuanto inicia, es muy importante que uses unos buenos audífonos para tener una experiencia redonda en este apartado.
Otra muy buena noticia es que el juego sí pasó por un control de calidad adecuado. A lo largo de todo mi tiempo de juego, no me topé con ningún bug o glitch. Algo que me impresionó del Unreal Engine 5 fue la estabilidad que presentan sus escenarios. Sé bien que estamos ante lugares totalmente cerrados y controlados, pero a diferencia de lo que uno suele ver en Unreal 4 con texturas y geometría que tarda en cargar, acá nunca noté que el escenario o mundo se fuera construyendo conforme yo avanzaba sobre él.
Una muy larga espera
El desarrollo de videojuegos AAA se encuentra en medio de una grave crisis y creo que Senua’s Saga: Hellblade II es prueba de ello. El haber estado prácticamente siete años en desarrollo nos habla de que por cada año, se construía una hora de juego. Es una locura. Ninja Theory está entregando un muy buen producto que hace justicia al nombre que lleva, pero que en más de un apartado, sí deja cosas a desear, sobre todo en lo que tiene que ver con su alcance y propias ambiciones. El uso de Unreal 5 es espectacular, pero me pregunto si haberse ido por esta tecnología que apenas comienza, no terminó por afectar al juego, pues también vale la pena recordar que tras ser comprados por Xbox en 2018, el estudio británico creció a más de 100 empleados; es decir, ya no estamos hablando de una producción pequeña ni mucho menos.
Si bien mi tiempo con Senua’s Saga: Hellblade II fue mucho más breve de lo que me esperaba cuando Xbox anunció el proyecto como una de sus insignias AAA hace ya unos años, te puedo decir que pasé un gran rato. Es cierto que se pudo expandir mucho más en términos de core gameplay y de la propia duración de la historia, pero al final se nos está entregando un producto de alta calidad. Te diría que si fuiste de los que disfrutó enormemente Hellblade: Senua’s Sacrifice, acá vas a encontrar algo que definitivamente te encantará. Si por el contrario, nunca entendiste por qué el culto tan elevado a dicho título de 2017, veo complicado que encuentras algo de valor en este nuevo, aunque igual te diría que lo experimentaras solo por su presentación audiovisual, más si ya tienes una suscripción a Game Pass pues recordemos, está día uno dentro del polémico servicio.